Nunca para lograr algo se hace sin esfuerzo.
A la meta no se llega sin sacrificio.
Ninguna guerra se gana si no se lucha con intensidad, con inteligencia, con estrategias y con dedicación.
La lucha que la iglesia de Cristo esta realizando es la batalla que Dios ya ganó, pero que nosotros debemos participar para personalizar la victoria y hacer que nuestra gente la experimente.
Por esta razón debemos incorporarnos en una lucha prolongada de oración, ayuno, intercesión, con alabanza y adoración, con obediencia, profetizando, con fe, evangelizando, discipulando, con santidad e integridad, formando líderes, con vida limpia, etc.
Una guerra sin cuartel, sin desmayar, con insistencia, sin descuidos, a cada momento, durante el día, en la noche, despiertos, dormidos, soñando o consientes, hasta ser testigos de que Jesucristo es el Señor de cada uno y ver la Primavera del Espíritu en nuestras naciones.
Dejemos a un lado la comodidad, seamos activos en nuestra vida Cristiana.
Dios nos bendiga.
Hno. José Luis
Foursquare Church
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